Cavidades

¿Creías que tenías caries porque comías demasiado azúcar? ¿Y no entiendes por qué porque te cepillas los dientes correctamente y después de cada comida?

 

Pues bien, hay otros factores de los que no se habla mucho y que explican por qué, con la misma higiene y alimentación, no todos tenemos la misma propensión a desarrollar caries.

 

La caries significa desmineralización.

 

El diente es un órgano mineralizado al igual que los huesos. El esmalte está compuesto en gran parte por calcio y fosfato.

 

Por lo tanto, los minerales son necesarios para su formación, pero también pueden reparar una lesión reciente y no muy grave.

 

Por ello, es importante llevar una dieta equilibrada en minerales, pero también en vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y evitar los alimentos industriales.

 

Una dieta demasiado rica en fitatos (cereales integrales, soja, frutos secos, etc.) también alterará la asimilación de los minerales.

 

Si el equilibrio mineral del organismo se ve alterado, ya sea por la dieta o por problemas de asimilación (hiperpermeabilidad intestinal, estrés, etc.), el cuerpo, que los necesita para funcionar correctamente, buscará los minerales en los lugares donde se almacenan. Y para empezar, ¡estará en los dientes! (los huesos serán víctimas del mismo proceso en segundo lugar, de ahí los problemas de osteoporosis...)

 

 

¿Y el exceso de azúcar?

 

Por supuesto que el azúcar es culpable de todos modos porque una vez degradado en el cuerpo, dará lugar a una acidez importante y la saliva que se supone que protege nuestros dientes cuando su PH es alcalino, de hecho provocará alteraciones del esmalte y la entrada de bacterias cariogénicas en nuestros dientes.

 

Estos ácidos disuelven minerales como el calcio y el fósforo, que son esenciales para la salud del diente.

 

 

Soluciones para proteger al máximo mis dientes

 

Para proteger mis dientes, evito consumir alimentos industriales que son bajos en minerales y vitaminas esenciales. También son ricos en sacarosa y edulcorantes sintéticos que son venenosos.

 

En efecto, por una parte, la sacarosa consume los minerales del organismo para transformarse en glucosa y, por otra, todos los alimentos refinados tienen un índice glucémico elevado y, por tanto, bombean las reservas de minerales para ser asimilados.

 

Consumo alimentos ricos en calcio y fósforo, sin olvidar el magnesio que permite un mejor aprovechamiento de los otros dos.

  • Verduras verdes
  •  Quesos (emmental, cantal, morbier, comté, gouda, etc.)
  •  Productos lácteos
  •  Legumbres
  •  Sésamo
  •  Fruta desecada
  •  Semillas oleaginosas
  • Plátano
  • Cacao
  •  Cereales integrales
  •  Marisco

No olvides las vitaminas liposolubles:

  • Pescado graso
  • Zanahorias
  • Hígado
  • Aceite de hígado de atún, bacalao, fletán
  • Huevos
  • Aceite de germen de trigo, sésamo, cacahuete, oliva, camelina, girasol
  • Verduras verdes (brócoli, espinacas)
  • Semillas oleaginosas

 

¿Qué tipo de higiene debe adoptar?

 

Sigue siendo importante cepillarse los dientes al menos dos veces al día y utilizar el hilo dental.

 

Por ejemplo, puedes elaborar en casa una pasta de dientes remineralizante con bicarbonato de sodio, aceite de coco, tierra de diatomeas y polvos minerales.

 

La adición de xilitol será muy interesante para la prevención o el tratamiento de la caries, pero también para la placa, la sequedad de boca y el mal aliento.

 

Esta sustancia dulce está presente en pequeñas cantidades en ciertas plantas y también es sintetizada por el hígado. El xilitol que se encuentra en el mercado, especialmente en las tiendas ecológicas, suele proceder del abedul.

 

 

También se pueden utilizar polvos vegetales. Algunos, como la cola de caballo y la ortiga, tendrán un efecto remineralizante, mientras que otros serán antibacterianos (menta, tomillo, etc.), purificadores (salvia), calmantes para las encías (caléndula, malvavisco, etc.), etc.

 

Un enjuague bucal regular le ayudará a mantener sus dientes y encías sanos.

 

En la medicina ayurvédica se utilizan aceites vegetales, especialmente el de sésamo, que tendrá un efecto desintoxicante. Debes mantener el aceite en la boca durante 20 minutos, pasándolo entre los dientes hasta que se emulsione.

 

Al escupirla, debe ser blanca y líquida. Enjuagarse bien la boca y cepillarse los dientes después es esencial para eliminar los restos de aceite que se han llenado de gérmenes.

 

Lo ideal es hacer este enjuague bucal antes de cada comida.

 

Puedes añadir aceites esenciales. Por ejemplo: 100 ml de aceite vegetal de sésamo (calcio y vitaminas liposolubles) + 6 gotas de aceite esencial de clavo (antibacteriano y antiinfeccioso) + 12 gotas de aceite esencial de menta.

 

El enjuague bucal de propóleo y las gárgaras de sal también pueden ser eficaces.

 

En caso de caries visible y reciente y que no sea dolorosa. Se recomienda un suplemento de sílice de cola de caballo, así como un tratamiento de magnesio.

 

En caso de dolor y a la espera de ver al dentista si ya es demasiado tarde, 1 gota de AE de clavo en el diente lo anestesiará y evitará el inicio de una infección.

 

 

Dentífricos con flúor

 

Tendemos a creer que el uso de una pasta de dientes con flúor evitará las caries, pero ¿qué es lo que realmente ocurre?

 

Es importante saber que el flúor, por encima de 2 mg/día, puede ser tóxico y provocar la erosión del esmalte dental y problemas óseos.

 

Dado que el agua potable, ciertas aguas mineralizadas, la sal, el pescado de agua salada y ciertos alimentos (berros, leche, queso de cabra, remolacha, espinacas, chucrut, col roja y blanca, yemas de huevo, avena, rábano, ajo, té y diente de león) ya contienen flúor en cantidades variables, no es necesario, ni siquiera peligroso, utilizar pastas dentales con flúor.

 

Evidentemente, ¡tampoco es aconsejable dar suplementos a los niños!